09 diciembre, 2013

Gente en mis oídos.


Soy una oyente compulsiva de radio, lo confieso, y apelo a cuanto artilugio tecnológico pueda para estar a la escucha de los programas que me interesan: desde la radio tradicional (pero pequeña) que puedo llevar conmigo a donde vaya, hasta la radio x internet o las aplicaciones del celular. Incluso radio de ducha, no sea cosa que, siquiera allí, me pierda algo de interés. Gran parte de mi día la radio está conmigo, en mis oídos, y junto con ella la gente que la hace: locutores, conductores, periodistas, comentaristas, invitados...Y éstos pueden ser políticos, juristas, actores, otros periodistas, funcionarios... Todos están dentro de la radio, y todos llegan a mi cabeza a través de mis oídos. Por lo tanto, a esta altura, me siento en condiciones de hacer una crítica que, estoy segura, jamás les va a llegar, pero que a mi me será útil, no sólo para volcar mi experiencia sino, quién sabe, tal vez coincida con la que sufren algunos más...

Hoy es domingo, y como todos los domingos, escucho junto a muchos y muchas que conozco, aunque más  no sea a través de las redes, un programa en el que, mayormente, se habla de política. Y me resultó gracioso encontrar que los comentarios en la página del programa (en  Facebook) replicaban lo que yo estaba experimentando: mientras un experto en economía realizaba su columna habitual telefónicamente, en el estudio se escuchaban pequeños ruidos que parecían "contar" qué cosas podrían estar haciendo los integrantes del programa... En la radio la imaginación manda, pero como los que hacen radio lo saben, a veces cuentan QUÉ es lo que está pasando. Otras veces el oyente tiene que adivinarlo... Esta vez, un invitado había llevado unas sabrosas facturas de las que estaban dando cuenta sin disimulo mientras el experto hablaba, con los inevitables ruiditos que el manduque producía. 
Muchas veces, como fue este caso, se trata del sonido ambiente que se cuela en el discurso del hablante, y hace que éste llegue turbio hasta el oyente, obligándolo a éste a un doble esfuerzo: hacer pasar a un 2º plano a dicho ruido para poder atender el discurso que le interesa. Otras veces, el "ruido" lo conforma una música de fondo que, quién sabe por qué, el operador pone para "acompañar" el discurso del que habla, como si lo dicho no fuera suficiente para captar la atención del oyente.
En algunas emisoras, el ritmo es tan frenético e histérico que, a quien le interesa escuchar con atención el contenido de lo que se dice, se le hace una tarea ardua y estresante. Obviamente no son esas emisoras las que elijo escuchar, aun cuando me pierda de algunos contenidos muy sabrosos. Pero también están los casos, muy frecuentes, en los que el que habla es quien dificulta, con su forma de hablar, la comprensión de lo que dice. Y los "pecados radiales" son varios, desde bajar tanto el tono al hablar que no se entiende nada de lo que dice, como el de realizar larguísimas oraciones, con subordinadas que pueden hacer perder el hilo, o, peor aún, hacer acotaciones cuyo final queda inconcluso... Ni hablar de aquellos conductores que no vocalizan y parecen tener una papa en la boca, o cuyos tonos graves y/o monocordes impiden entender las palabras que pronuncian.

Y luego están las interacciones entre los que participan de la mesa: a veces hablan todos juntos, superponiéndose unos a otros, impidiendo al oyente comprender ALGO de todo lo que se dice. O cuando el que habla lo hace con un discurso inseguro, trastabillante, favoreciendo de esta manera a que, alguno de sus acompañantes se vea tentado de interrumpirlo, tanto como para no permitir que el ritmo decaiga. Entre medio, el oyente se pierde el desarrollo de la idea que el pobre trastabillante se vio impedido de llevar adelante.

Hay otra especie de conductores o periodistas, en relación con los entrevistados: son aquellos que, todo el tiempo están interrumpiendo, pensando más en lo que tienen (o quieren) preguntar que en lo que el entrevistado tiene para decir. O que realizan unas preguntas tan kilométricas y tan llenas de sugerencias, que al otro le queda poco margen para elegir por dónde encaminar su respuesta. O los insufribles que, cuando el personaje está respondiendo, acotan insistentemente con un SÍ, SÍ, SÍ...poniendo nervioso al entrevistado y dificultándole pensar para desarrollar la idea. Y esta modalidad es típica también de la televisión, tal vez porque allí el ritmo pareciera ser más apremiante, sobre todo con el famoso "minuto a minuto" en donde los conductores se ven presionados por la famosa "cucaracha" que les va marcando el derrotero de la entrevista, como un implacable GPS. Algunos entrevistados deben recurrir al "dejame que te diga esto", porque es más que evidente que, alguien detrás de la cámara, lo está apurando para que redondee.
Pero en la radio no debería ser así, y los oyentes deberíamos poder disfrutar del desarrollo coherente de una idea, sobre todo cuando los entrevistados son valiosos y cuando las preguntas ameritan un tiempo importante para la elaboración de las respuestas.

Tal vez estas formas de comunicación, defectuosas, algo complicadas de tan familiares, tengan que ver con que estamos habituados a no escucharnos, a no permitirnos que "el otro" tenga su tiempo para expresarse y desarrollar su pensamiento. O porque le damos poca importancia al lenguaje hablado, tan eficaz para transmitir una idea, pero también para recibir una información clara y precisa. Y muchas veces, la coyuntura necesita que la información pase a primer plano, y todas las herramientas se pongan al servicio de que ésta llegue de la mejor manera al oyente que la está esperando, o que la necesita.

Si se trata de un programa de televisión que podría resultar interesante, algunos caen en el recurso de presentar un montón de temas y de invitados, a los que resulta imposible desarrollar con comodidad ninguna idea. Como si se vieran compelidos a "hablar de todo" o tratar todos los temas, con lo cual, terminan no hablando de nada. Los programas más enriquecedores para mí han sido aquellos en los que alguien desarrollaba su idea y expresaba con claridad (y hasta emoción) aquello que quería contar. Claro que, en esos casos, era tal vez el contenido lo más importante, sin embargo, el hecho de que dicho contenido fuera apreciado tenía que ver con la forma en que el mismo se desplegaba en el espacio del programa.

Alguno tal vez crea que doy demasiada importancia a las "formas"... Sin embargo, como pasa con la ortografía o con las reglas de la gramática o la puntuación, un acento mal puesto, una coma que falta, una ortografía incorrecta, no sólo dificultan la comprensión del texto sino que hasta pueden cambiar completamente el sentido del mismo. En el caso del lenguaje hablado, todo aquello que atenta contra la buena recepción del mensaje, hará que el oyente vea menguado su derecho a recibir el contenido, sea éste información, comentario, análisis o simple relato o expresión de alguien.

La radio (y en medida diferente, la televisión) no son sólo una compañía. Son una puerta abierta a la información, a las voces de aquellos en quienes confiamos, por muchos motivos, y de los cuales esperamos una comunicación eficaz. 

¡Ojalá tomaran conciencia de su importancia!
__________________________________________

28 noviembre, 2013

30 artistas por los 30 años de DEMOCRACIA.

El 19 de Noviembre (2013) se inauguró esta muestra, y hasta el 10 de Diciembre puede disfrutarse la manera en que, 30 artistas, intervinieron con sus particulares lenguajes unas urnas gigantes, símbolo de esta DEMOCRACIA que cumple 30 años.

Artistas muy famosos, y otros no tanto, individuales y colectivos, eligieron temas relacionados con estos 30 años para homenajearla: los derechos, los valores democráticos, la historia, los símbolos y hasta hubo espacio para recordar a los muertos durante el período. Así pueden verse, por ejemplo, a Julio López (testigo y víctima de crímenes de lesa humanidad, desaparecido), Kosteky y Santillán, y Mariano Ferreyra, jóvenes activistas por sus derechos, asesinados. Los estilos se mezclan: clásicos, naïf, expresionistas, realistas, abstractos, y también las técnicas: pintura, collage, dibujo, fotografía, y hasta hubo quien simplemente cubrió la urna de espejos, para que sea cada uno quien se vea, simbólicamente, reflejado en ella.
Artistas como Marta Minujín, Carlos Alonso y Daniel Santoro, están junto a dibujantes/ilustradores como Miguel Rep y Carlos Nine, pero además están los trabajos de otros artistas, como Jorge Abot, Carolina Antoniadis, Pablo Bernasconi, Colectivo Onaire, Juan Doffo, Leandro Erlich, Freddy Filete, Daniel García, Grupo Escombros, Martín La Spina, Adriana Lestido, Milo Lockett, Marcos López, Juan Maresca, Alejandro Marmo, Rubén Minutoli, María Pinto, Alfredo Prior, Dalila Puzzovio, Martín Ron, Mariano Sapia, Marcia Schvartz, Poupee Tessio, Daniel Vidal y Andrés Waissman.

Marta Minujín.
Carlos Alonso.

 







































La urna-espejo.
Kosteky y Santillán.
Daniel Santoro
























Estos son algunos ejemplos de la muestra, que estará hasta el 10 de Diciembre. Esperamos que puedan disfrutarla. Puede verse en la plaza seca de la Cámara de Diputados, sobre la Avenida Rivadavia al 1800, y por supuesto, el acceso es gratuito.

http://www.hcdn.gob.ar/prensa/noticias/2013/noticias_0041.html

 
En el video, la muestra completa de las urnas intervenidas por los 30 artistas.
_____________________________________________________________

08 noviembre, 2013

Oski, el irreverente.

Desde que en los años 60 comenzó a considerarse a la Historieta (y al humor gráfico) el 9º Arte, muchos empezaron a mirar a esta popular forma de expresión con una mirada de mayor consideración. A salvo del respeto por las normas académicas y los géneros artísticos, los dibujantes de historietas no sólo se sintieron libres para elegir temas y estilos, sino que pudieron mostrar a su manera la actualidad y, por nacer en los medios masivos de entonces (los diarios en papel), llegar a la gente común con un lenguaje en el que, dibujos y textos narrados en secuencias (viñetas) contaban una historia, por lo general, cómica. Podría decirse que nacieron como un entretenimiento, nutriéndose de muchas otras artes: el cine, la literatura, el dibujo, la pintura, pero debieron valerse de códigos propios que sirvieran para unirlos todos. ¿Qué nació primero?, ¿la literatura o la historieta? ¿Qué es más importante: el texto o la imagen?

Para poder rastrear el origen general de lo que terminó siendo la historieta podríamos remontarnos muy lejos, abrevando incluso en el arte sacro. ¿Qué son si no los capiteles historiados del Románico contándonos episodios de la Biblia, o antes aún, las pinturas de las catacumbas con historias del Evangelio, o los episodios de los Vía Crucis, contando en etapas el paso de Cristo desde el Monte de los Olivos hasta su muerte en el Calvario. En el presente, casi no podría decirse que haya arte puro, ya que todos nutren y se nutren de todos. ¿Por qué si no la industria de Hollywood repite con tanta frecuencia las historias de Batman, de Superman o de otros héroes  y superhéroes? Está más que claro que sería casi imposible separarlos. Y si bien las historietas tienen su espacio, todavía hoy, en los diarios, también han crecido hasta transformarse en libros (Cómic books), y de utilizar un dibujo descontracturado, libre e irrespetuoso de los academicismos, también es verdad que muchos artistas se han especializado en verdaderos libros de arte del cómic, como son las novelas gráficas. Nuestro país ha sido muy rico en creadores de este arte, y si bien muchos de ellos debieron emigrar (especialmente a España o Italia), otros vinieron hasta estas tierras, como es el caso del italiano Hugo Pratt. Y hasta tenemos el triste honor de tener un historietista desaparecido junto con sus hijas por razones políticas, como fue Héctor Germán Oesterheld (autor de El Eternauta). Si bien la historieta nació en los diarios con una finalidad pasatista, muchos fueron los que utilizaron sus herramientas para dar un mensaje que iba mucho más allá que producir la risa rápida o el chiste sencillo: la llenaron de metáforas, y pusieron en sus historias sus ideas, su cosmovisión, y hasta se expusieron para expresarlo. Algunos pudieron. Otros pagaron con su vida. 

Ya era tiempo que la Historieta tuviera su lugar en el reino del Arte, y así como Oski tiene su exposición en el MNBA, Calé, otro irreverente, muestra lo suyo en la Biblioteca Nacional. En el caso de esta muestra de Oski, el encargado de curarla fue otro irreverente lleno de talento: Rep, dibujante de Página/12. Y a él debemos agradecer este homenaje. (http://www.miguelrep.blogspot.com.ar/)
Oski con su perro Fufy.
Rep con el maestro Quino (autor de Mafalda) durante la inauguración.



















Historieta, T.B.O., cómic, bande dessiné, fumetto, manga...el género ha recorrido el mundo entero, y en cada lugar recibió su nombre particular ligado a alguna característica propia: el humor, la sucesión de viñetas, el globo para los diálogos, y los recursos que lo hacen únicos son, tal vez, las líneas cinéticas que imitan el movimiento y las palabras que suplen los sonidos (onomatopeyas). El estilo (clásico, testimonial, cómico, literario, irreverente) es el propio de cada artista, o incluso del mismo artista en diferentes momentos. Pero lo que nunca falta, es el dibujo. Y si bien muchos se inclinaron por la manifestación estética primordial, la gran mayoría prefiere la veta expresiva, la que exagera para enfatizar, la que produce hilaridad pero que en un milagro de inmediatez, es entendida por todos, grandes y chicos, y lo que ha transformado al género en universal.

En el caso de Oski, además de la riqueza expresiva, abunda una manía por la forma rica, casi barroca, sugerente, que llega incluso a inventar seres y que se permite dar paso libre a la imaginación para que se plasme sin barreras. Se nutre de la literatura y de los cuentos, pero también de los deportes, la vida cotidiana y la Historia. Y a todos ellos les entrega su particular y expresiva mirada.












































Video del programa "Vivo en Argentina" (Televisión pública) con imágenes sobre la muestra.

La muestra es GRATIS y está hasta el 01 de Diciembre (Ver información sobre la misma en: http://mnba.gob.ar/exhibiciones/oski).

___________________________________________________________________

16 septiembre, 2013

"Mi vida: un punto". Desde los romanos hasta Yayoi Kusama.


En la tarde helada los más abrigados parecían los árboles: hasta ellos llegó el universo de puntos y lunares de la japonesa Yayoi Kusama que trajo su muestra hasta esta fría Buenos Aires (MALBA).

"Mi deseo era predecir y estimar la infinitud de nuestro vasto universo con una acumulación de unidades de red, un negativo de puntos. Cuán profundo es el misterio de la infinidad que es infinita en el cosmos. Percibiendo ese infinito quería ver mi propia vida", decía Yayoi Kusama.

Desde la vida neoyorquina en los años 50´ hasta la "marca artística" que es hoy, hay en su arte una serie de obsesiones que la fueron marcando, y que le dieron su sello: pinturas, fotografías, instalaciones, performances... Todo tiene el sello de sus imágenes recurrentes. Y el punto es la más famosa de ellas. El punto es para ella el símbolo de lo infinito, pero también el mar en el que se sumerje hasta desaparecer. El punto encierra todo, y también lo cubre todo, incluso a ella. Es una obsesión perturbadora, pero también un juego al que nos invita: de luces cambiantes, de combinaciones, de espacios ocupados, atiborrados de puntos, de decoraciones compartidas y de secretos que sólo ella conoce, pero que entrega con sus obras.Tanto la figuración (a través de la fotografía) como la abstracción (incluso en las fotografías que la incluyen) están presentes e interrelacionadas, y son tan compartidas que hasta los visitantes se apropian de la obra y la transforman. Los puntos se posan y lo modifican todo: habitaciones, árboles, prendas, objetos y hasta los propios rostros. Y son puntos vivos, llenos de color, que se prestan a un juego vital y dinámico, abriendo la obra artística como para que todos la completen.



Sin embargo, el tema de los puntos no es nuevo en lo absoluto. Ya desde los impresionistas (con su teoría de la "división del color") había comenzado un camino hacia la independencia 1º de la pincelada y finalmente del punto como unidad mínima componente del color. Así los cuadros de Seurat y Signac se transformaron en construcciones del color donde el punto era la mínima unidad:
Georges Seurat.
Paul Signac.
La técnica terminó conociéndose como "puntillismo" aun cuando su nombre más acertado era "divisionismo", ya que se trataba, justamente, de "dividir" el color en sus componentes (según los contemporáneos descubrimientos de la física del color) al pintar por medio de pequeñas pinceladas que terminaron siendo puntos, a fin de que fuera la mirada del observador quien recompusiera las formas. El resultado fue un uso muy libre del color respecto de la realidad observada y mirada por el pintor, pero que concluía con un cierto "congelamiento" de las formas, perdiéndose así la espontaneidad que trataron de aplicar los impresionistas. Toda la rapidez en la ejecución que buscaban éstos y que los llevaba a querer captar el paso fugaz de la luz sobre los objetos y el paisaje, se perdía con la técnica minuciosa pero hierática de los divisionistas, cuyo mayor mérito terminaba siendo la técnica, en desmedro de la obra artística.

Pero los cuadros mantenían todavía la figuración: lo pintado, aun cuando las pinceladas (o los puntos) fueran abiertos y los colores separados, el espectador fácilmente podía reconocer los objetos o lugares que los artistas mostraban:
Paul Signac
Georges Seurat.
Fueron Vasily Kandinsky y Mondrian quienes se atrevieron a abordar el mundo de la abstracción pura, cuyo camino había sido abierto por el genial Pablo Picasso a partir del cubismo. Fue con los abstractos cuando el arte se relacionó de manera abierta con las formas puras, con la geometría, sin necesidad, al fin, de disfrazarse con ropajes simbólicos, usando sólo las formas básicas y los elementos mínimos: puntos, líneas, color, formas geométricas elementales... Decía Kandinsky:

"toda composición se debe articular en base a las tensiones dinámicas surgidas de la combinación de los tres elementos básicos, el punto (como elemento primigenio de una tensión en reposo), la línea (como fuente de energía direccional) y el plano (como campo donde se han de organizar o componer las tensiones)".

Wasily Kandinsky
Wasily Kandinsky
















 
 

Piet Mondrian
Pero mucho antes que los impresionistas y que los abstractos, los griegos helenísticos y los romanos ya habían empezado a dividir las formas mediante los mosaicos, y luego los cristianos, tanto romanos como bizantinos:
Mosaico romano.
Mosaico bizantino: emperatriz Teodora.
 El tema de los puntos es universal y atraviesa los tiempos, los lugares y las culturas, hasta hoy. Y por eso creo válido mostrar algunos ejemplos de trabajos de alumnos que han sabido interpretar la técnica con gracia y belleza:
Trabajos de alumnos: El Blog de la Profe



                                    Yayoi Kusama trabajando: una de sus fotos más recientes.



Las obsesiones de Yayoi Kusama por los puntos no es nueva, aunque hoy nos sorprenda y nos maraville. Es su mundo y su propia locura artística, la que nos entrega y de la que disfrutamos.

_____________________________________________________________


29 julio, 2013

IRREVERENCIAS... Murió León Ferrari.

Murió un artista irreverente...
Una figura de Cristo crucificado en un avión de combate estadounidense en una exposición del artista argentino León Ferrari en el Centro Cultural Recoleta en Buenos Aires, Argentia, en una fotografía de archivo del 1 de diciembre de 2004. Ferrari murió el 25 de julio en Buenos Aires. Tenía 92 años. (Foto AP/Natacha Pisarenko)
Murió un creador y un provocador...
Murió un sacrílego, un blasfemo...

Según quien lo califique, puede valerse de unos u otros adjetivos, pero en todos ellos puede encontrarse la misión del ARTE. Porque un verdadero creador provoca, se salta las barreras, no hace reverencias, incluso hasta puede dessacralizar lo sagrado, y entonces alguno pensará que es un...sacrílego y un blasfemo.
Sin embargo, todo lo dicho no alcanzaría si la obra de arte careciera de valores artísticos. Porque en la obra de arte está TODO. Y si provoca, dessacraliza e irreverencia es, justamente, por sus valores artísticos que son los que dan entidad a esos otros verbos. ¿Y por qué puede pasar eso?
Una obra de arte puede ser vista como provocadora o irreverente porque "no respeta las reglas del arte", pero muchas veces estas "reglas" están dictadas y pautadas por determinado sector (de la sociedad, de los distintos poderes, de la Academia) y quien las transgreda, podrá ser considerado un "rechazado". De hecho es lo que padecieron muchos de los artistas que hoy son considerados verdaderos creadores, pero que en su momento no fueron aceptados en el "Olimpo del Arte" como era la famosa exposición de la París de 1830, por ejemplo. Hablamos de los Impresionistas: Monet, Pissarro, Manet, entre muchos otros. ¿Quién dudaría hoy que todos y cada uno de los impresionistas fueron verdaderos creadores, provocadores, irreverentes, y que sus obras son consideradas verdaderas obras maestras?
Desayuno en la hierba: Edouard Manet
 Quién podría dudar del valor artístico de una obra tan irrespetuosa por su tema como El desayuno en la hierba, Edouard Manet, o tan poco académica como Impresión: sol naciente, de Claude Monet (ver foto)... que sirvió incluso para dar, burlonamente, nombre al grupo: Los impresionistas.
Iban contra la corriente. Hoy se exhiben orgullosas en uno de los museos más visitados de París: el Museo D´Orsay, pero en su momento no fueron aceptados por los jurados de la Exposión Oficial de París, y sólo pudieron exponer sus obras en el Salón de los Rechazados. Sin embargo, no alcanza con romper las reglas o ser irreverentes. Muchas "vanguardias" se quedaron sólo en eso, por ejemplo. Y algunos rompieron las reglas de su propio destino, como Picasso, que eligió "pintar como un niño" en lugar de alcanzar la fama como un artista respetuoso de las reglas académicas, con su talento natural por el realismo. Además de los valores artísticos, una obra "habla" de la historia del propio artista, de sus miedos, de sus rechazos, y de su visión del mundo y de la historia que le tocó vivir... A veces de manera velada detrás de las convenciones, y otra de manera explícita. Y ésta es la manera que eligió León Ferrari.

El 25 de julio (2013) a los 92 años murió el artista plástico León Ferrari, y dio la tremenda casualidad que fuera por los mismos días en que el otrora Obispo-Cardenal Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, anduviera cerca de estos pagos, más exactamente, en Brasil, en las Jornadas para la Juventud (católica). Y esa casualidad hizo que todos recordáramos la infausta intervención para la expresión artística (y para los espectadores) que tuvo Bergoglio en ocasión de la muestra retrospectiva que, en el Centro Cultural Recoleta, realizara el reciente fallecido artista en el año 2004. A tal punto llegó su ira que expresó, mediante un comunicado, lo siguiente: 

"Jesús ya nos había advertido que sucederían estas cosas y, con mucha ternura, nos dijo que no tuviéramos miedo, que somos su pequeño rebaño, que perserveráramos en la lucha por la fe y en la caridad, esperando en El, orando con verdadera confianza de hijos al Padre que nos quiere" (*).
"Frente a esta blasfemia que avergüenza a nuestra ciudad, les pido que, unidos, hagamos un acto de reparación y petición de perdón".
"El próximo 7 de diciembre, víspera de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, los invito a que sea un día de ayuno y oración, un día de penitencia en el que, como comunidad católica, pidamos al Señor perdone nuestros pecados y los de la ciudad".
(Ver nota completa en http://www.infobae.com).

(*) Una actitud cargada de ira, dicha con palabras tiernas...

Entre las reacciones contrarias que surgieron a los dichos del Obispo, me sorprendió gratamente encontrar las del hoy candidato Rodolfo Terragno, que decía:

“Ferrari denuncia a quienes convirtieron a Cristo en comida chatarra. Escandalizarse porque el pintor pone iconos dentro de una olla es como santiguarse al oír los versos de Discépolo, que describe a un Cristo afeitado. Como cristiano, no me siento ofendido por poetas y pintores. Me ofenden los fariseos, que siempre ocupan los primeros bancos del templo y lavan la copa por fuera, pero dejan la inmundicia dentro”. (Ver acá nota completa de http://www.pagina12.com.ar). Considerando la historia aún no aclarada del todo del otrora Director de los Jesuitas en épocas de la Dictadura, resultan por demás significativas.

Dice la misma nota:
Cientos de personalidades de la cultura juntan en estos días firmas para publicar una solicitada en apoyo a la exhibición, mientras Ferrari seguía recibiendo cartas de museos de todo el mundo. Entre otros, se solidarizaron Adolfo Pérez Esquivel, Adriana Varela, Ana de Skalon, Beatriz Sarlo, Clorindo Testa, Cristina Banegas, Eliseo Subiela, Tomás Eloy Martínez, Gastón Pauls, Horacio Fontova, Juan Forn, Lita Stantic y Luis Felipe Noé. Del otro lado, inspirados por la prédica del arzobispo Jorge Bergoglio, que un día antes había invitado a los católicos a presentar denuncias judiciales contra la “blasfemia” de la muestra, dos abogados pidieron la “inmediata clausura”.

Hasta hubo presentaciones judiciales (En el juzgado federal de Jorge Urso quedó radicada una denuncia penal por "discriminación religiosa e incitación al odio religioso" contra el artista León Ferrari, la directora del Centro Cultura Recoleta, Nora Hochbaum y el secretario de Cultura porteño, Gustavo López. Ver nota de Infobae.), pero la muestra fue un éxito: tal vez la curiosidad por ver algo "prohibido", o por recordar los largos períodos de censura vividos en otros tiempos y para que no se repitieran, lo que se pretendió hacer callar, se reveló como estímulo en contrario.

Alguien lo dijo, aunque no sé si con las mismas palabras: León Ferrari debería haberle dado las gracias a la ira censuradora de Bergoglio, porque sacudió la memoria de un pasado al que no se quería volver.

“Quienes atacaron la muestra completaron la obra”, dijo León Ferrari sobre los militantes ultracatólicos que en 2004 tomaron por asalto el Centro Cultural Recoleta y provocaron destrozos en la polémica retrospectiva del artista plástico fallecido ayer jueves a los 92 años. La lucidísma frase fue grabada por Rubén Guzmán para su documental Civilización, que los cines Gaumont y Cosmos UBA estrenaron en diciembre pasado. Tres meses después de proyectado aquel tributo cinematográfico, Ferrari expuso en el Centro Cultural Haroldo Conti, es decir, en el mismo predio donde funcionó la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) y estuvo detenido su hijo Ariel, que hoy continúa desaparecido. (Ver nota completa acá: http://espectadores.wordpress.com).
 Algunas de las irreverentes obras de León Ferrari, unas críticamente religiosas, y otras alusivamente anti dictatoriales y antiimperialistas:

Decía León Ferrari:
Yo no soy específicamente anticlerical y ateo. Los anticlericales tienen como objetivo a la Iglesia y los curas, mientras que los ateos se ocupan de negar la existencia de Dios. Y a mí no me preocupan esas cosas, sino la religión en sí, los libros sagrados, la Biblia [...] mi preocupación es sobre la esencia de la religión. Si existe o no existe un dios, eso es secundario. [...] Yo creo que el arte se puede usar, creo en la función del arte. Y en temas que el poder considera delicados, como el sexo y la religión, trato de buscar imágenes donde la censura -si la hubiera- quede en ridículo”. (Ver nota completa en http://www.marcha.org.ar/).


Murió un irreverente, pero quedó su obra.
 
Mi pregunta de cierre: siendo Bergoglio el Papa Francisco, que habla a los jóvenes de "hacer lío en las diócesis", que se sale de los protocolos y que es todo sonrisas y gestos descontracturados, ¿habrá dejado de ser el censurador Bergoglio, o la tiara obrará el milagro?
___________________________________________
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...